PPI07

Un fanfic de Dragon Ball Z/ Sailor Moon/ Ranma ½.

«Pasado, Presente e Incertidumbre.»

Por Julian Soullard (e-mail: jnsoullard@hotmail.com)
Traducido por M-chan (e-mail: anónimo… sí, así es, tal como lo oyen)


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Y AHORA SEGUIMOS CON….
Capítulo 7: Búsqueda desesperada

«¿El Dios Mono? Sí, creo que he oído de él en alguna parte.», dijo Ranma. «¿No es alguna clase de leyenda o algo parecido?»

«Es una leyenda.», confirmó Rei. «Una leyenda china para ser exactos.»

Quién se hubiera imaginado ver a Rei Hino, Ranma Saotome y Trunks Briefs sentados en una habitación hablando acerca de un tema tan peculiar. Para ser sinceros, todo sucedió de una manera bastante inesperada. Rei y Trunks habían quedado en reunirse para discutir la última pelea que las Sailor Scouts y ‘Son Goku’ habían tenido.

Sin embargo, quien tocó primero a la puerta de Trunks no fue Rei, sino Ranma, que se había presentado para una visita sorpresa. Después de todo, Nerima no quedaba demasiado lejos de Juuban, especialmente cuando uno viene volando.

El híbrido Saiyajin recibió amablemente al artista marcial en su apartamento. Puesto que él era una de las pocas personas que sabían acerca de él, Trunks decidió que, en el fondo, no sería tan malo si viniera a hablar con Rei y él. En realidad, era algo inevitable
considerando que los dos se verían eventualmente en circunstancias parecidas, así que mejor empezar a acostumbrarse desde ahora.

Rei se sentía al principio un poco incómoda por el visitante Inesperado. Pero por otra parte, sabía que Trunks había hablado con Ranma acerca de su situación y había conseguido que cooperara. Eso sin mencionar que el artista marcial había sido informado también acerca de la relación que ella llevaba con Trunks, así que todo esto tenia que pasar un día u otro.

Aun así, esto no le facilitaba las cosas, teniendo en cuenta que ahora tendría que ser muy cautelosa cuando hablara acerca de las Sailor Scouts para que Ranma no sospechara. Ocultarle información sobre Trunks a sus amigas ya era muy poco confortable y ella esperaba que no tuviera que mentir mientras estaba en el apartamento de su amigo.

Para sorpresa de nadie, la conversación entre los tres no empezó con  muy buen pie. Fue sólo después de que Trunks tocó el tema de la lucha del día anterior que la tensión en la habitación empezó a desaparecer.

«Tengo que admitirlo, Trunks,» continuó Rei, «Te superaste a ti mismo consiguiéndote una identidad tan original. ¿Cómo se te ocurrió la idea de usar el nombre de Son Goku, el Dios Mono?»

«No se me ocurrió.» dijo él sinceramente. «Ni siquiera sé de qué trata este asunto del Dios Mono.»

Ambos huéspedes parpadearon sorprendidos ante tal comentario.

«Espera un momento…» dijo Ranma, obviamente intrigado, «¿Estás tratando de decirnos que tú tomaste el nombre de Son Goku, montaste en una nube voladoray luchaste con un bastón extensible *sin* saber *nada* acerca del Dios Mono?»

«Exactamente.» respondió Trunks. «De hecho, las razones por las que escogí ese tipo de traje fueron: a) Decidí que para establecer una identidad diferente para que las Sailor Scouts no me reconocieran ni me asociaran con Super Saiya-Man, el usar la Nube Voladora para volar sería menos sospechoso que hacerlo por mi cuenta. Y b) porque usar el Báculo Mágico en lugar de una espada o descargas de ki también sería menos sospechoso.»

«Espera un segundo.» dijo Rei, siendo ahora ella la que sonaba intrigada,»*¿Dónde* conseguiste la Nube Voladora y el Báculo Mágico? Que yo sepa, esas cosas no crecen en los árboles.»

«Bueno, allá en mi mundo, hay un lugar llamado la torre de Karin.», comentó a sus huéspedes, «En realidad, es allí donde consigo mis semillas del ermitaño. En todo caso, la Nube Voladora que traje viene de una Nube Voladora más grande que le pertenece al Maestro Karin, el dueño de la torre. También me prestó el Báculo Mágico. Ambos objetos pertenecieron a una persona llamada Son Goku, él era el Saiyajin del que les hablé en mi última visita, ¿recuerdan? El que sufría de una enfermedad del corazón. En todo caso, tomé su nombre, porque… bueno… es una gran persona y aún mejor guerrero, así que me siento honrado al usar su nombre.»

Rei y Ranma miraban a su anfitrión con unos ojos como platos. Después de unos segundos, esto empezó a incomodar un poco a Trunks.

«¿Qué… qué pasa? ¿De verdad suena tan cursi?» preguntó.

«¿Estás intentando decirnos… » comenzó Rei, «que había en tu mundo un tipo llamado Son Goku, que montaba en una nube voladora y usaba el Báculo Mágico?»

«Eso es exactamente lo que acabo de decir.» confirmó Trunks, un poco irritado por tener que repetir lo que ya había sido dicho más de una vez.

«Discúlpenme, pero ¿podríamos ir al grano? ¿Por qué dijo Sailor Mercury algo acerca del Dios Mono? Parece que soy la única persona aquí que no sabe nada al respecto.»

«Como habíamos dicho,» respondió Ranma. «El Dios Mono es una leyenda china. Escuché algo sobre ella cuando fui a Jusenkyou y recibí mi maldición.

Lo que nos acabas de contar sobre tu amigo describe la mayoría de los aspectos del Dios Mono conocido como Son Goku.»

«Yo creí que sabías algo sobre la leyenda para inventarte el disfraz que usaste.» añadió Rei. «Pero ahora veo que no. Vaya… Hablando de coincidencias… Me pregunto si habrá alguna conexión…»

«Bueno, no sé si la haya,» declaró el híbrido Saiyajin, «pero ya que ustedes dos saben tanto acerca del susodicho Dios Mono, ¿qué les parece compartir esa información conmigo? Sería bueno saber quién se supone que soy ahora. Podría serme útil.»

«Bueno, la verdad yo no sé tanto.» hizo notar Ranma. «Solamente he oído la historia una vez y no estaba prestando mucha atención.»

«Yo conozco la historia.» afirmó Rei. «Mi abuelo solía leerme historias sobre ello cuando yo era pequeña, eso sin mencionar que tuve que estudiarla una vez. Ya saben, obligaciones sacerdotales. Aunque no conozco todos los detalles, te puedo dar una perspectiva general de la leyenda.»

«Soy todo oídos.»

<< Se introduce una escena de película >>

[La escena aparece y vemos la Tierra desde una perspectiva del espacio exterior. Extrañamente, parece más roja que azul. De repente, varios rayos de luz brillan atraviesan del vacío del espacio y se dirigen directamente hacia el planeta.]

Voz de Rei: En el principio del tiempo, según las leyendas chinas, la
Diosa de la Vida envió tres mil rocas mágicas a la Tierra, las cuales usó
para enfriar el planeta del azufre y el fuego infernal.

[Se ve como la Tierra gradualmente recuperar su color azul original. Entonces,
los rayos de luz de antes dejan el planeta y se vuelven a dirigir hacia el espacio exterior.]

Voz de Rei: Cuando el trabajo estuvo hecho, la Diosa llamó de vuelta a las rocas. Pero se olvidó de cinco de ellas, que se quedaron en la Tierra. Cuatro de ellas eventualmente se erosionaron, pero la última de ellas comenzó a absorber el poder de la tierra, causando terremotos y otras catástrofes naturales.

[A la última roca se la ve brillar con un color verde, creciendo cada vez más por el poder que absorbe.]

Voz de Rei: Cuando la roca llegó a su límite, comenzó a resquebrajares como un huevo y de su interior emergió un simio gigante.

[El simio antes mencionado, más grande que la mayoría de montañas, comenzó a rugir y a golpear todo lo que había en su camino.]

Voz de Rei: Con el tiempo, el enorme simio llegó al territorio de la Dinastía Tang causando estragos. Para derrotarlo, el palacio pidió a un Dios Guerrero llamado General Tin Fong que les ayudara.

[Esta vez vemos a Tin Fong enfrentándose al mono gigante en una feroz batalla. Después de una dura lucha, el general consigue cortar la cola del simio con su espada. Algo completamente inesperado sucede entonces…]

Voz de Rei: Al cortar la cola del monstruo, éste se convirtió en un pequeño mono que huyó y buscó refugio en las montañas donde vivían otros monos. Así fue como comenzó la leyenda del Rey Mono.

Voz de Trunks: Espera un segundo. Creía que íbamos a hablar acerca del Dios Mono, no del Rey Mono.

Voz de Rei: Ya llegaré a ello, Trunks. Esto es parte de la historia.

Voz de Trunks: De acuerdo.

Voz de Rei: De todos modos, la razón por la que el Mono se convirtió en el líder de todos los monos fue a causa de su excepcional inteligencia y valor que lo situaban muy por encima de los monos normales.

[Vemos al Mono sobre un risco haciendo ruidos tipo Tarzan mientras golpea su pecho con los puños como si fuera un tambor.]

Mono: ¡¡Aquí sólo mis chicharrones truenan!!

Voz de Rei: Sin embargo, el Mono se dio cuenta que un día él, así como toda su raza, morirían inevitablemente. Por lo tanto, partió en una búsqueda para lograr la inmortalidad, como lo habían hecho previamente hombres como Buda. Acabó con un Inmortal Taoísta que lo tomó como su aprendiz.

[La escena comienza en la cima de una montaña diferente. Esta vez el Mono está de pie enfrente de un anciano.]

Anciano: ¿Y puedes volar?

Mono: ¿Er… volar?.. er… Bueno, umm… ¿así?

[Vemos al Mono dando grandes saltos, yendo de una montaña a otra. Al final, alcanza al Taoista con el último salto, con aspecto de estar orgulloso de sí mismo.]

Anciano: Eso es saltar, no volar. Mira, déjame mostrarte como se hace.

[El inmortal pone dos dedos en su boca y silba. Poco después, una nube amarilla viene volando. El inmortal salta sobre ella y comienza la demostración.]

Mono: ¡Chido!

Voz de Ranma: Supongo que es así como aprendió a usar la Nube Voladora.

Voz de Rei: Exactamente. Sin embargo, al Mono lo echaron después de alardear de sus nuevas habilidades ante sus amigos.

[Vemos ahora como el Inmortal envía al Mono montaña abajo con una sutil patada en el trasero.]

Inmortal: Regla número 1: Nada de presumir. ¡Fuera!

Mono: (cayendo) WHAAAAAaaaaaaa… ¡¡Echen paja!!

Voz de Rei: En todo caso, creo que cuando volvió a casa, comenzó a levantar un ejército y a entrenar a todos los demás monos. Su siguiente paso era obtener un arma apropiada, así que fue al Reino Submarino de los Dragones para buscar una.

[Una nueva escena aparece, un lugar típicamente parecido a Atlantis: palacio, sirenas y tritones, castillos subacuáticos, etc… A un lado, el Mono está examinando el contenido de un cofre, sacando varias armas pero sin hallar ninguna de su gusto. Al lado suyo, hay un dragón que parece bastante
molesto.]

Mono: (lanzando armas a su alrededor) Demasiado pequeña… demasiado grande… demasiado… demasiado… ¡Ni siquiera sé *qué* es esto!… Vamos a ver… no… no… no… demasiado extravagante… demasiado rara… demasiado linda… ¡Orale! ¿¿Qué hace *esto* aquí??

Dragón: ¿Oye, todavía no has terminado? Tengo otras cosas de las que ocuparme.

Mono: Ah, entonces, ¿por qué no me traes una limonada ya que estás en ello? Solamente no le pongas mucha azúcar.

Voz de Rei: Ahora sería un buen momento para decir que el Mono era un invitado muy grosero y que tenía un talento especial para irritar a todo el mundo.

[El Dragón parece más irritado con cada minuto que pasa. Finalmente el Mono se rinde, pero sus ojos captan algo inusual en el fondo del Palacio submarino.]

Mono: Oye, Dragoncito. ¿Qué es esa cosa?

Dragón: ¡No me llames así! De todos modos, lo que hay allí es el Báculo Mágico. Es lo que sostiene el palacio Submarino.

Mono: ¿Un Báculo? Parece tremendamente grande para ser un Báculo.

Dragón: El Báculo Mágico es mágico y puede hacerse tan grande como para sostener un palacio o tan pequeño como para ser un mondadientes situado detrás de una orejas.

Mono: (sonriendo) No me digas…

Voz de Rei: No recuerdo si el Báculo Mágico le fue entregado al Mono o si él lo robó. Pero en cualquier caso, acabó siendo suyo.

Mono: (sosteniendo su Báculo en alto): ¡¡Qué bien!! Ahora sólo necesito una armadura.

Voz de Rei: Eso era más fácil de decir que de hacer. El Mono fue a la Ciudadela Celestial para conseguir la Armadura de los Dioses. Estoy bastante segura de que esa la robó.

[Vemos ahora al Mono dentro de un palacio. Los guardias que custodiaban la entrada a la sala del tesoro están inconscientes y el Mono esta sirviéndose como si el lugar fuera suyo.]

Mono: ¡Oh, mira! Una pobre armadura abandonada. Que cruel dejarla aquí completamente abandonada. Es mi deber darle un buen lugar en el que vivir. Y qué coincidencia, mi pecho parece estar completamente desprotegido. Parece que nos podemos ayudar mutuamente.

Voz: ¡No tan rápido!

Mono: ¿Eh?

Voz de Ranma: (imitando una voz de chica) ¡¡Robar es malo!! ¡Yo, Sailor Moon, no te voy a perdonar este acto! ¡¡En nombre de la Luna, te castigaré!!

<¡WHAM!>

Voz de Rei: ¡No me interrumpas, Ranma!

Voz de Ranma: ¡Ouch! ¡Oye, era sólo una broma!

[En la entrada, un hombre vistiendo ropas militares bloquea la única vía de escape del Mono.]

Hombre: Esa armadura no es tuya para que te la lleves. ¡Si la quieres, tendrás que pasar primero por mí!

Voz de Rei: Ese hombre era el jefe supremo de las fuerzas de defensa de la Ciudadela Celestial. Su nombre era Ten Shin Han.

Voz de Trunks: ¿¿Ten Shin Han?? ¿Lo dices en serio? Voz de Rei: Bueno… sí. ¿Por qué lo preguntas?

Voz de Trunks: No, por nada. Continúa, por favor.

Voz de Rei: Bueno, de acuerdo. De todos modos, Ten shin Han derrotó al Mono y lo envió al interior del Caldero del Fuego del Infierno como castigo.

Mono: (pateado hacia el interior del caldero) Otra vez nooooo…

Voz de Rei: Sin embargo, una vez dentro, no sé muy bien como, pero el Mono consiguió la Píldora de la Divinidad, o algo similar. La píldora le dio suficiente poder como para romper el Caldero del Fuego del Infierno y escapar.

Mono: (liberándose) ¡¡Okay, ahora sí que estoy enojado!!

Voz de Rei: Las cosas cambiaron. Ahora, el Mono era lo suficientemente fuerte como para desafiar a Ten Shin Han otra vez y ganarle. Los dioses decidieron que, siendo una persona tan impetuosa y caótica, el Mono estaba destinado a causar problemas. Como medida de precaución para prevenir esto, ellos lo invitaron a «vivir» entre ellos para así poder vigilarlo de cerca.

Voz de Trunks: ¿De verdad? Bueno, parece que esto acabo bien. Supongo que fue así como se convirtió en un Dios.

Voz de Rei: No exactamente. No les llevo mucho tiempo a los Dioses darse cuenta de su error. El Mono acabó siendo bastante incontrolable. Como dije antes, tenía un talento natural para irritar a todo el mundo.

[La escena aparece y el Mono está firme enfrente de un melocotonero, con los brazos cruzados ante su pecho.]

Voz de Rei: Por ejemplo, hubo una ocasión en la que el Mono tenía que custodiar un árbol en el que crecían los melocotones especiales de los Dioses. En vez de custodiarlos, se comió la mayoría de ellos.

Voz de Ranma: Así que se comió un par de melocotones, gran cosa.

Voz de Rei: No los llamaban los melocotones especiales de los Dioses por nada, Ranma. Comérselos le concedió inmortalidad, algo a lo que se supone que no cualquiera debería tener acceso.

Voz de Trunks: Eso sí que suena un poco más serio.

Voz de Rei: Eso no fue todo. La gota que derramó el vaso fue todavía
peor.

[Dentro de un gran palacio, el Mono lo está recorriendo con cara de aburrido. Frente a él, ve un enorme escritorio que está desocupado.  Cansado de no hacer nada, el Mono toma asiento y pone sus pies encima del escritorio mientras bosteza. Un libro enorme encima del escritorio llama rápidamente su atención.]

Mono: (abriendo el libro) Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí?

Voz de Rei: Daba la casualidad que en ese libro estaban los nombres de todas las personas cuyas almas deberían ser juzgadas cuando muriesen. Temiendo la muerte de sus hijos y hermanos, el Mono destruyó las páginas donde estaban escritos los nombres de toda su gente. Esto no le gustó al propietario del libro: Enma Daiou-sama.

Voz de Trunks: El Señor de las puertas de los Cielos, el que juzga las álmas de los difuntos para ver si deben ser enviadas al Cielo o al Infierno.

Voz de Rei: (sorprendida) Eso es… correcto. ¿Dónde lo aprendiste?

Voz de Trunks: Te lo contaré más tarde. Continúa, por favor.

Narración de Rei: De acuerdo. Bueno, volviendo a la historia, los Dioses habían aguantado todo lo que habían podido del Mono, así que el todopoderoso Buda tuvo que intervenir. Todo el mundo estuvo de acuerdo en que encerrar al mico causa-problemas en la Montaña de los Cinco Elementos durante quinientos años era un castigo apropiado.

[Vemos dos ojos apareciendo de repente en la oscuridad.]

Mono: ¿Hola? ¿Hay alguien? ¡Hey! ¡¡Dijeron que aquí había una fiesta!! ¡¡Hey!! ¿¿Alguien me oye?? ¡¡Vamos, chicos!! ¡¡Esto ya no es gracioso!!… ¿¿Hola??..

Voz de Ranma: Y así el problemático simio se hizo uno con la tierra otra vez. (sarcásticamente) Qué lindo.

Voz de Rei: La historia no se acaba aquí, Ranma. Varios años después, un monje Budista exiliado fue enviado a la Montaña de los Cinco Elementos para liberar al Mono y hacerlo ir por el ‘buen camino’. Aquel día, el monje le dio al Mono un nuevo nombre: Sun Wu Kong. Que traducido al japonés se convirtió en Son Goku.

[Aparece una nueva escena. En la cima de la Montaña de los Cinco Elementos, el monje y el recientemente renombrado Sun Wu Kong miran hacia el horizonte.]

Monje: Mira bien, Sun Wu Kong. Mira bien este mundo. Pronto empezaremos nuestro viaje alrededor de él, yendo a donde los Dioses quieran que vayamos. Actuando en nombre de ellos. Viviendo para ellos. A partir de aquí deberemos los dos poner nuestras almas en nuestra sagrada misión. ¿Puedes sentirlo, Sun Wu Kong? ¿Puedes sentir las aventuras que nos esperan?

[El monje se vuelve hacia su compañero, sólo para verlo rascándose las orejas distraídamente.]

Sun Wu Kong: (hablando para sí mismo) Vaya… han pasado *años* desde que me  comí una banana. (se da cuenta de que el monje está mirándolo) Oh, lo siento, ¿decías algo?

Voz de Rei: Para resumir un poco la historia, el monje y Sun Wu Kong fueron a India para adquirir las escrituras del Budismo. En su camino, se encontraron con otros personajes interesantes. Un cerdo pervertido llamado Pat Kuai y Sa Qing, un guerrero que quería redimirse a sí mismo. Después de realizar varias buenas obras, todos fueron promovidos como Dioses. Por ende, la Leyenda de Son Goku: El Dios Mono.

<< Fin de la escena de película >>

«Bueno…» empezó Ranma, «A pesar de no saberte todos los detalles,  ciertamente nos has contado toda una historia, Rei.»

«Las sacerdotisas tenemos que ser conocedoras de las leyendas y las tradiciones.», dijo la chica. «Aunque probablemente se me hayan escapado algunas cosas. ¿Te ha ayudado esa información, Trunks?»

«Desde luego que sí.» declaró el híbrido Saiyajin. «Pero pienso que necesitaré aprender más sobre ello. Cuanto más sepa, mejor.»

«Te estás tomando este asunto de Son Goku realmente en serio, ¿no es así?», señaló Ranma.

«No es como si tuviera alguna elección.», le dijo Trunks. «Ahora que las Scouts me han visto en ese disfraz, más me vale seguir con el juego.

Cuanto más parecido al Dios Mono actúe, menos sospecharán que soy un fraude. Y lo más importante, menos ocasión tendrán en descubrir quien soy realmente.»

«Supongo que tienes razón.» afirmó Ranma.

Rei suspiró silenciosamente. Trunks parecía convencido de que seguir siendo un misterio en el campo de batalla era lo mejor. Aunque pareciera así, ella no se podía sentir cómoda con la idea. Especialmente porque significaba tener que mentirle a sus amigas. Tenía uno de esos presentimientos. Las cosas probablemente no acabarían bien.

«Y bien, ¿dónde podrías averiguar más acerca de Son Goku?», preguntó Ranma.

[Bueno… Supongo que ya estoy metida en esto.], pensó Rei . «Yo… creo que sé de un lugar.»

**********

Ami Mizuno era conocida entre sus amigos y compañeros de escuela como una persona que no se distraía fácilmente. Sin embargo, todo el mundo se despista alguna vez. La chica confirmó esto cuando se dio cuenta de que el autobús en el que iba ya había pasado su parada.

Caminando ahora hacia su destino, la joven genio empezó a reflexionar  sobre el tópico que le había hecho no prestar atención antes: Son Goku. Una vez más… las cosas se acababan de complicar más. Aunque esta no era la primera vez que pasaba algo así, seguía siendo algo difícil de acostumbrarse.

A pesar de ello, ella podía aventurar algunas hipótesis sobre cómo se desarrollarían las cosas a partir de ahora. Por un lado, Serena probablemente confiaría en este nuevo guerrero, mientras que Rei seguramente sospecharía de él. No se sorprendería len o más mínimo si Mina mostrara más interés en descubrir si este hombre era atractivo bajo esa
capucha. Y estaba esperando a que Lita dijese que él le recordaba a cierto novio de cabellos púrpura que había tenido. Aunque lo que más la preocupaba eran Haruka y Michiru. Las dos Scouts eran conocidas por ser bruscas con los recién llegados y muy probablemente serían *muy* descorteces con Son Goku.

[Hmmm… todavía suena raro llamarlo así.], pensó Ami. [Me pregunto si realmente *es* Son Goku. No se parece al de las leyendas. Tampoco se le puede llamar un mono. Pero pensándolo bien, uno no ve a un hombre volando en una nube y usando un bastón extensible muy a menudo.]

Ami continuó con sus reflexiones hasta que sus ojos avistaron súbitamente a alguien que ella conocía. Su expresión seria cambió a una alegre en un abrir y cerrar de ojos. Había pasado bastante tiempo desde que lo había visto.

«¡Ryouga!», llamó ella en voz alta.

Un joven de aspecto confundido que destacaba entre la muchedumbre se volvió para averiguar el origen de la voz. Localizó a Ami en cuestión de segundos y fue a saludarla.

«¡Hola, Ami!», dijo sorprendido. «¿Qué te trae a Neri… espera… no estamos en Nerima, ¿verdad?»

Ami no pudo evitar una pequeña risa ante ese comentario. No tenía ninguna intención de ofender a Ryouga con ello, pero para ella, era simplemente adorable la manera en que su amigo se daba cuenta de que estaba extraviado.

El chico de la pañoleta en la cabeza no tardó mucho en unirse a las risas mientras se rascaba la parte de atrás de la cabeza con la mano en señal de vergüenza. Para Ami, esto lo hacía verse aún más adorable.

«Supongo entonces que no tengo necesidad de preguntarte qué te trae a Juuban.», afirmó ella.

«No, supongo que no.», respondió. «Aunque es bueno volver a verte. ¿Cómo has estado últimamente?»

«Muy bien, gracias.» dijo. «¿Y tú? ¿Te fuiste de viaje de entrenamiento?»

«Sí, más o menos. ¿Vienes de la escuela?»

«Sí. Me dirigía a mi casa. De hecho… ¿por qué no vienes conmigo?» sugirió ella un poco nerviosa, «Quiero decir… te podría ofrecer un vaso de agua o algo parecido y tú me podrías contar más sobre tu viaje.»

«Por supuesto. Muéstrame el camino.»

La mayoría de la gente que conocía a Ami se habría sorprendido al oír una proposición tan directa saliendo de su boca. Especialmente si iba dirigida a un chico. Sin embargo aquellos que *realmente* la conocían, como sus amigos íntimos, también sabían que Ryouga era posiblemente uno de los pocos miembros del sexo contrario con los que Ami podía hablar tan libremente (o tan libremente como su tímida personalidad se lo permitía).

Sin embargo, esto no sucedió de la noche a la mañana. Al principio, Ami mostraba su habitual conducta tímida cuando se encaraba con Ryouga y, dicho sea de paso, lo mismo hacía él. Fue sólo después de varios meses, además de unas cuantas circunstancias inusuales que los habían hecho acercarse, que su amistad había crecido lo suficiente como para alcanzar el nivel de confianza que tenían ahora. Curiosamente, le debían tal favor a Kuno Tatewaki.

Después de unos minutos de caminata, los dos llegaron al apartamento de Ami.

«Siéntete como en tu casa.», dijo ella mientras entraba. «¿Quieres un vaso de agua?»

«Sí, si no te es molestia.» Ryouga respondió mientras ponía su pesada mochila cerca de la puerta, «A propósito, tengo un par de cosas que quiero darte.»

«¿De verdad?»

«Antes que nada, aquí tienes.» Dijo, mientras sacaba un libro y se lo entregaba.

«El libro que te presté la última vez que estuviste aquí.», se percató Ami. «¿Lo acabaste?»

«Lo hice.» confirmó. » En cierta forma me gustó el protagonista. De una manera sombría, fui capaz de identificarme con él. No es un ‘final feliz’, pero me hizo pensar durante un tiempo.»

Ami cogió el libro, cuyo título era ‘El Extranjero’, de Albert Camus, ganador del premio Nobel de Literatura en 1957. La historia era sobre un hombre que, siendo indiferente a la vida en sí misma, le encontró un sentido a esta momentos antes de su muerte. Como la mayoría de los libros de Camus, la historia giraba entorno a lo absurdo de la sociedad.

Sin embargo era un gran libro y Ami estaba contenta de haber encontrado una buena traducción japonesa para poder leerlo. Se lo había prestado a Ryouga hace como un mes. Era algo así como una tradición que ellos habían instituido.

Siendo lo erudita que es, Ami estaba preocupada por la educación de  Ryouga, especialmente porque éste último pasaba tanto tiempo ‘mochila al hombro’.  El principal problema era que su amigo podía perderse caminando en línea recta, lo que le impedía asistir a cualquier clase de institución educativa.

Pero ella tuvo un plan. Si Ryouga no puede ir a la escuela, haz que la escuela vaya a Ryouga. ¿Y qué mejor fuente de educación que un libro que se puede llevar dondequiera que vayas?

A Ryouga no le gustó mucho la idea al principio, puesto que consideraba que mejorar sus artes marciales para derrotar a Ranma tenía una prioridad más alta que leer. Pero fin y al cabo, el chico de la pañoleta tenía cierta  debilidad bien conocida con las chicas y la palabra ‘no’. Ami estaba lejos de ser una excepción.

El plan de la chica eventualmente dio frutos dado que Ryouga acabó disfrutando de sus lecturas. Así que, cada vez que se veían, Ami le prestaría un libro a su amigo y comentaría con él el que ya había leído. En cierta forma, eso también garantizaba que seguirían siempre en contacto.

«También tengo esto para ti.» Añadió él mientras sacaba una pequeña caja.

«Galletas.», afirmó ella mientras abría su regalo. «¿Dónde las conseguiste?»

«Bueno… *creo* que las conseguí en Hokkaido, pero podría equivocarme.»

«Esto es muy amable de tu parte, Ryouga.», le dijo ella con una tierna sonrisa. «Muchísimas gracias.»

El chico de la pañoleta simplemente se sonrojó mientras su amiga le sonreía agradecida.

Aunque ella era probablemente la única chica con la que él podía hablar sin sonar como un idiota balbuceante, seguía siendo una chica, y atractiva además. Eso sin mencionar que su parecido con Akane tampoco le ponía las cosas más fáciles. Por fortuna, recobró rápidamente la compostura.

«Así que, ¿te dirigías a Nerima para desafiar a Ranma otra vez?», comenzó Ami.

«Todavía no.», declaró Ryouga. » Todavía estoy trabajado en esta nueva técnica. Desafiaré a Ranma cuando la domine completamente.»

A pesar de ser una Sailor Scout y enfrentarse a enemigos sobrenaturales con regularidad, Ami en sí no tenía inclinación hacia la violencia. Ella había intentado frecuentemente hacer desistir a Ryouga de su actual ‘venganza’ contra Ranma, sugiriendo una alternativa más pacífica.

Desafortunadamente, su amigo estaba muy determinado, u obsesionado, dependiendo de qué termino le guste más a uno.

Los hombres todavía eran un misterio para ella, y podía imaginarse que, de alguna forma, entender la Física Cuántica era probablemente mucho más fácil que entender al sexo opuesto.

«Por ahora, me gustaría más bien ver cómo está Akane.», continuó. «La echo de menos.»

«Ya veo…», respondió Ami.

Qué extraño. Por alguna razón, la sonrisa de Ami pareció vacilar después de decir aquello. Ryouga no le dedicó mucha reflexión a ello.

«Oh, por cierto, Ryouga,», dijo ella, cambiando convenientemente el tema, «Estaba planeando ir a la biblioteca en busca de un libro. ¿Querrías venir conmigo? Quizá podamos conseguir un libro para ti también, antes de que regreses a Nerima.»

«Bueno… er… seguro.», declaró.

«De acuerdo, vamos.»

**********

Uno de los edificios más imponentes de Dominia era la torre de Arlakk. Quizá no era tan alta y majestuosa como la torre del Amo, pero era realmente difícil no tomarla en cuenta. Piedras negras como la noche elevaban hacia el cielo la guarida del nigromante. Gárgolas de horrible aspecto guardaban sus puertas. Árboles muertos se erguían alrededor de la propiedad, retorcidos en varias formas inusuales y con ramas que parecían garras.

Uno pensaría que no se encontraría ni un alma en un lugar así. Este comentario siempre divertía a Arlakk, puesto que las almas atormentadas eran visitantes habituales en sus dominios. Sea que las hubiera invocado él o hubieran venido por propia voluntad, atraídas por la oscura naturaleza de la torre, oir chillidos, aullidos y otros sonidos antinaturales que venían de su jardín no era cosa extraña.

Vista desde el interior, su guarida no era muy diferente. Todo estaba oscuro. No solo debido al color elegido por el hechicero para la decoración interior, Sino también porque raramente se encendía una antorcha. Aunque a Arlakk no parecía importarle la falta de iluminación. De hecho, se sentía bastante cómodo. Sin duda alguna, él era la única persona que se podía sentir a gusto en un lugar así.

El dueño de la torre entró a su laboratorio. Un lugar lleno de pergaminos, libros, pociones y otros objetos mágicos que sólo podían ser identificados por él. Algunos de estos objetos estaban colocados en repisas o mesas, pero la mayoría estaban esparcidos por el suelo sin ningún orden aparente.

[Uno de estos días, tendré que limpiar este lugar.] pensó él, aun cuando sabía perfectamente que no pasaría del pensamiento a la acción.

Al sentarse en su trono, que posiblemente era el único mueble que no estaba ocupado por libros u objetos similares, Arlakk se quitó el sombrero y lo arrojó a un sitio al azar.

«Maestro, ha vuelto.» dijo una voz profunda, pero inconfundiblemente femenina, que salía de entre las sombras (lo que no es decir mucho puesto que había sombras en todas partes).

«Sí, he vuelto, Delif.», dijo el nigromante.

«¿Ha reconsiderado nuestro Señor su oferta en esta misión?», preguntó la criatura.

«Por desgracia, no. La operación sigue en manos de mi incompetente colega.», resumió él. «Nuestro señor cree que es prudente dejar a Eron que continúe con la investigación, especialmente desde que han aparecido nuevos defensores.»

«Mandar a Eron a hacer un trabajo que debía ser suyo es un error.» comentó Delif. «No entiendo por qué el Amo no puede ver eso.»

«¡No hables de nuestro Amo con tal falta de respeto, Delif!» Arlakk gruñó. «Su sabiduría está muy por encima de la nuestra. No podemos ni *soñar* en cuestionar su genio. Cualquier decisión que tome es para bien.»

«Lo… lo siento. Perdone mi impertinencia, Maestro.»

«<¡humph!> Tienes que aprender a controlar esas emociones tuyas, Delif.» declaró el nigromante. «Es algo que pasé por alto el día en que te creé para hacer de ti una guerrera más fiera, pero tienes que aprender a comportarte *fuera* del campo de batalla.»

«Sí, Maestro. No volveré a decepcionarlo.»

«En cualquier caso, tus palabras tienen algo de verdad.» continuó él.» No hay manera de que Eron salga victorioso de su misión.»

«¿Está tan seguro de ello, Maestro?»

«Muy seguro.», continuó Arlakk, «Su Saqueador Elite puede haber dado resultados contra las Sailor Scouts, pero se convirtió en un simple muñeco de trapo cuando luchó contra ese último defensor. Este nuevo personaje está más allá de las posibilidades de Eron.»

«¿Creé que él sea una criatura mágica como yo?»

«Todo lo contrario, Delif.», explicó. «No había ninguna clase de energía mágica en él. Quizá ese bastón suyo es mágico, pero no él. Y sin embargo… un tremendo poder salía de su interior. Un poder aún no desencadenado.»

«En cualquier caso, eso no debería ser problema para usted, Maestro.» dijo la oscura figura. «Si el defensor tiene un espíritu, usted puede ponerlo de rodillas sin gran esfuerzo.»

«Cierto.», reconoció el nigromante. «Pero no quiero confiarme demasiado. Todavía no sabemos qué otras sorpresas nos reservan los defensores. En cualquier caso, ahora le toca a Eron. Todo lo que podemos hacer nosotros es esperar y ver.»

**********

«Cuando dijiste que íbamos a buscar alguna información sobre Son Goku, creí que iríamos a algún viejo templo para ver a algún anciano sabio o algo parecido.», dijo Ranma, un poco decepcionado.

«¿Y qué tiene de malo una biblioteca?», le preguntó Rei. «Aquí hay un montón de libros de historia que nos pueden ayudar.»

«Simplemente que es aburrido, nada más.»

«Deja de quejarte y toma esto.», le dijo Rei mientras le daba otro libro que cargar.

Ranma hizo lo que se le decía y los dos fueron a reunirse con Trunks, que estaba sentado en una mesa cercana examinando otros libros que ya habían encontrado.

«¿Has encontrado algo interesante?», preguntó Ranma mientras aprovechaba para bostezar.

«Un dibujo de Sun Wu Kong.», respondió Trunks, mostrándole la imagen.

Se trataba en efecto de un dibujo del famoso Dios Mono. Un mono, sin ninguna duda. Aunque tuviera el cuerpo de un humano, su cara demostraba que no lo era. Vestido con ropajes de color rojo, con una armadura de oro protegiendo su pecho, se sostenía sobre una nube, aparentemente cabalgando sobre ella como si fuera una tabla de surf mientras sujetaba su bastón mágico  en una postura de combate. Sun también parecía llevar una diadema dorada en su cabeza.

«Hmmm… no se parece mucho a tu disfraz, ¿no es así, Trunks?», señaló Rei.

«Ni un ápice.», confirmó él. «Pero por otra parte, no es ninguna sorpresa. No sabía nada de Sun Wu Kong hasta hoy. Hubiera sido una increíble coincidencia si mi traje se hubiera ajustado a este dibujo.»

«Y bien, ¿qué aspecto tiene tu disfraz?», Ranma preguntó intrigado.

«Digamos que estás viendo al primer Son Goku estilo Shinobi.(*)», le dijo Rei.

«Bien, ¿Y qué otra cosa se supone que debía llevar?», Trunks dijo en su defensa. «Yo *tenía* que ocultar mi cara de alguna manera para no ser reconocido.»

«Bien, podrías empezar a llevar una máscara de mono a partir de ahora.» sugirió Ranma, aunque no sonaba muy serio acerca de ello.

«Es un poco tarde para eso ahora.», replicó él.

«Bueno, ¿qué más has encontrado?», preguntó Rei.

«Quería saber sobre todo que poderes especiales tiene el Dios Mono.» respondió el híbrido Saiyajin. «Según este libro, Sun Wu Kong puede hacer copias de sí mismo. Para hacer eso, simplemente se arranca un mechón de su pelaje y lo sopla en la brisa. Por cada mechón que arranca, aparece un clon.»

«¿Alguna otra cosa?», inquirió el chico de la coleta.

«A menos que me equivoque,» interpuso Rei, «Sun Wu Kong también tenía la habilidad de ver a los demonios. Puesto que pasó tanto tiempo en el Caldero del Fuego del Infierno, ganó ‘la vista infernal’ lo que le permitía identificar a demonios y monstruos disfrazados.»

«Me pregunto qué más podía hacer.», dijo Trunks. «Quizá pueda imitar alguna de sus habilidades para convencer a las Scouts de que soy él.»

«Bueno, aquí tienes otro libro.», declaró la sacerdotisa shintoísta.  «Estoy segura de que podremos encontrar más de lo que estás buscando.»

Trunks y Rei comenzaron a examinar los libros mientras que Ranma simplemente estaba allí con las manos cruzadas tras su cabeza y una expresión de aburrimiento en su cara. En verdad no esperaba acabar en la biblioteca hoy. De hecho, esperaba tener la oportunidad de poner a prueba sus habilidades practicando contra Trunks. Al menos eso sonaba mucho más interesante.

«Oigan, chicos,» les dijo a sus dos amigos, «Creo que iré afuera por algo de beber. Volveré en un minuto.»

«De acuerdo.»

El artista marcial se alejó caminando, dejando a los dos con su búsqueda. En el momento en que giró a la izquierda para dirigirse a la puerta, su expresión de aburrimiento se cambió por una de extrema preocupación.

«¿Ranma?», preguntó Ami. «¿Qué te trae por aquí?»

Oh… Dios… mío.

Exactamente a dos pasos enfrente de él, estaban Ami y Ryouga. ¿¿Qué diablos estaban haciendo aquí?? ¡Especialmente ahora!

«Er… A… Ami… Ryouga…», balbució Ranma.

Esto NO era bueno. No a causa de Ryouga, pero más bien por Ami. Ranma estaba al tanto del asunto de Trunks respecto a estar de incógnito, y,  a juzgar por la dirección que estos dos estaban tomando, seguro que verían a Rei y, más importante aún, al híbrido Saiyajin.

Obviamente Ranma tenía que detener su avance a toda costa además de avisar a Trunks del peligro… de alguna forma.

«¡¡Ami, Ryouga!!» Ranma dijo en voz alta, esperando que Rei o tal vez Trunks serían capaces de oírlo. «¡¡Qué sorpresa encontrarlos aquí, de todos los lugares!!»

«Er… Sí…» declaró Ami, un poco confundida por tan clamorosa bienvenida. «Ranma, no creo que necesites decir eso tan fuerte. Esto es una biblioteca, ¿sabes?»

«¿Qué estás haciendo aquí, Ranma?», preguntó Ryouga, menos amistosamente. Después de todo, ver a su rival en una biblioteca era muy inusual, y para Ryouga, bastante sospechoso.

«Yo… er… ¡nada! ¡Nada en absoluto!» declaró él mientras comenzaba a reír nerviosamente. «¿Y qué hay de ustedes?»

«Veníamos aquí en busca de un libro sobre leyendas chinas.», respondió Ami. «Es para… er… un trabajo de escuela.»

A estas alturas, Ranma comenzó a maldecir silenciosamente la existencia de las leyes de Murphy. Los dos se dirigían *exactamente* a donde estaban Trunks y Rei en este preciso instante.

«Pero… er… ¡no pueden ir allí!», dijo de repente.

«¿Por qué no?», preguntó Ami sorprendida por un exabrupto como ese.

«Porque… uhm… er… están arreglando esa sección de la biblioteca.» explicó.

«Claro que no.», declaró la joven genio con una risita. «Ranma, ¿de qué estás hablando? Si la estuvieran arreglando, la bibliotecaria nos lo habría dicho.»

«Vamos, Ranma.», interpuso Ryouga, mientras comenzaba a avanzar, «Deja de hacer el tonto. Tenemos prisa.»

«¡No! ¡Espera!», dijo el chico de la coleta, mientras volvía a cerrarles el paso.

«¿¿Y ahora qué??», preguntó su rival, un poco cansado ya de todo esto.

«¡¡Ryouga, te reto a un duelo!!»

«¿Eh?»

Esto era todavía más inusual. ¿Ranma desafiando a Ryouga en vez de lo contrario? Sin embargo, el artista marcial mostró que no estaba bromeando cuando adoptó una postura de combate.

En circunstancias normales, Ryouga hubiera aceptado sin dudarlo un momento. Pero en un raro acto de reflexión, recordó en dónde , y más importante aún, con  *quien* estaba. La idea de darle una paliza a Ranma era tentadora, pero sabía que a Ami no le gustaría contemplar una cosa así. Especialmente en uno de sus lugares sagrados, como la biblioteca.

«Lo siento, Ranma,» le dijo el chico de la pañoleta, mientas tomaba de la mano a Ami y comenzaba a caminar hacia su destino. «Quizá en otra ocasión.»

Sin embargo, Ranma no estaba dispuesto a rendirse. Rápidamente se volvió a plantar en su camino, decidido a comenzar una pelea.

«¿Qué te pasa, Ryouga?» lo provocó. «¿Estás asustado?»

Al chico perdido se le estaba empezando a acabar la paciencia (lo que no es decir mucho), pero se contuvo y no cayó en la provocación de su rival. A su lado, Ami mostraba algo de preocupación acerca de la situación. ¿Por qué querría Ranma desafiar a Ryouga tan repentinamente? Aunque estaba preocupada por las implicaciones de que los dos lucharan en la biblioteca, le intrigaba más saber por qué Ranma actuaba de una manera tan rara.

«Ranma…», dijo Ami con escepticismo, «¿Hay alguna razón por la que no quieras que nos acerquemos al área de Historia?»

Él tragó saliva. La chica se estaba acercando peligrosamente a la verdad del asunto. Su única esperanza ahora era que Ryouga tragara el anzuelo y aceptara luchar para crear una distracción. Sin embargo, la presencia de Ami complicaba un poco las cosa. Ranma recordó ahora que la chica tenía una cierta influencia en el comportamiento de Ryouga. Una influencia que en otras circunstancias sería muy bienvenida (especialmente durante esas inconvenientes situaciones en las que Ryouga iba detrás de él en busca de venganza), pero que ahora solo hacía las cosas más difíciles.

Ranma iba a intentar una provocación más, cuando de repente Rei vino corriendo a su lado. Al parecer ella había oído el aviso del artista marcial después de todo y venía a ayudarlo a distraer a los dos invitados no deseados.

«¿Rei? ¿Tú también estás aquí?», inquirió Ami.

Para entender los siguientes acontecimientos de esta historia, ahora sería un buen momento para entrar en uno de los lugares más extraños, confusos e ilógicos de mundo: el proceso de razonamiento de Ryouga.

Primero presentamos al sujeto «A»: Ranma Saotome. La fuente de problemas y Desastres más famosa de Nerima. Un tipo conocido por sus problemas con sus múltiples prometidas, sólo igualados por el número de rivales que van tras él. Después presentamos a «B»: Rei Hino. Una de las amigas íntimas de Ami. Sacerdotisa shintoísta y, aunque no tanto como Mina, una chica hambrienta de chicos. Y ahora presentamos la escena del crimen: la biblioteca. Un lugar en el que NADIE esperaría encontrar a Ranma.

Y no olvidemos el extraño comportamiento «A» había exhibido el momento que Ami y él habían llegado.

Todo estaba claro ahora. Ranma había intentado mantenerlos a los dos lejos de donde estaban Rei y él. ¿Por qué habría de hacer él esto? Simple. Ranma y Rei obviamente mantenían una «relación prohibida» y lo más probable era que se habían colado en la biblioteca, un lugar en el que nadie soñaría buscarlos, para realizar unas «actividades prohibidas de pareja».

El veredicto: culpable.

«¡¡¡RRRAAAAAAANNNNMMMMAAAAAA!!!» Ryouga gruñó. «¡¿¡¿¡Cómo te atreves a engañar a Akane con una de sus amigas!?!?!»

«¿¿Quéee??», alcanzó a preguntar Ranma. Eso fue también la única cosa que alcanzó a decir antes de que se desencadenara el Infierno en la biblioteca.

**********

«Bueno, ya estamos aquí.», dijo Haruka mientras estacionaba el coche.

«De acuerdo, sólo espero que encontremos lo que necesitamos.» declaró Michiru.

«¿Alguna suerte con el Espejo de las Aguas Profundas?» preguntó la rubia.

«Lo intenté otra vez, hace unos momentos.» contestó ella. «Es la misma imagen de antes.»

El Espejo de las Aguas Profundas. Uno de los tres Talismanes que los Cazadores de la Muerte buscaban hace tiempo atrás. Su función era muy útil en manos de su dueña: Sailor Neptune. Mirando fijamente dentro del espejo, se podía ver la verdad detrás de ciertas personas u objetos. El único problema era que esas visiones eran normalmente ambiguas y difíciles de descifrar.

Cuando Michiru consultó el espejo para averiguar más acerca del recién llegado que se llamaba a sí mismo Son Goku, no hubo ninguna excepción a la regla. El artefacto había tardado algún tiempo en dar una imagen. Cuando lo hizo, mostró un Mono enorme, lo suficientemente grande como para provocarle a King Kong un complejo de inferioridad. La bestia sólo gruñía de rabia y hacía violentos movimientos con sus musculosos brazos. Luego desapareció la imagen.

Seguramente esto implicaba en alguna forma que el nuevo héroe que  luchó ayer era el legendario Dios Mono, Son Goku. Pero Haruka pensaba de una manera diferente. Si realmente era Son Goku, entonces ¿por qué se vestía como un Shinobi? Naturalmente, esto despertó sospechas en ambas Scouts.

Así pues, como no tenían muchas pistas, Michiru sugirió que examinar algunos libros de leyendas chinas podría ser útil.

… Ya se imaginaran a dónde fueron…

«Es extraño.» Michiru mencionó, «Parece que hay bastante ruido saliendo de la biblioteca.»

Haruka tampoco tardó mucho en darse cuenta de ello. A medida de que las dos se acercaban a la entrada, se podía oír el ruido creciente de una lucha. El dúo inmediatamente corrió hacia la entrada, con sus plumas mágicas preparadas en caso de que un Saqueador fuera la causa de toda la conmoción.

Mientras abrían la puerta, se impactaron contra una figura que salía apresuradamente del edificio.

«¿Akira?», preguntó Haruka, recordando al hombre del parque.

«Haruka, Michiru, lo siento.», declaró él.

«¿Qué está pasando allí?», preguntó Michiru, más preocupada por la pelea que por el pequeño incidente.

«Hay dos personas peleándose en la biblioteca.», respondió, a pesar de sonar bastante obvio a estas alturas.

«¿Quiénes?»

«¡¡¡Saotome, voy a poner fin a tus planes obscenos *ahora mismo*!!!» gritó una voz desde dentro del edificio.

«Oh… ellos…» Haruka se dio cuenta, visiblemente alterada al reconocer la voz. «¡¡Maldita sea!! ¡¿¡por qué no pueden esos dos mantener su desorden en Nerima!?!»

«Supongo que conocen a los responsables de esto.», sacó a relucir Trunks.

«No es que ello me haga muy feliz.», respondió Haruka. «En cualquier caso, creo que nos podemos olvidar de usar la biblioteca hoy.»

Haruka maldijo silenciosamente. De toda la gente que no le gustaba, ¿por qué tenía Ranma Saotome que presentarse en el mismo lugar al que ella había planeado ir? Lo que la frustraba aún más era que el irritante artista marcial era probablemente una de las pocas cosas que ella no podía manejar… inclusive como Sailor Uranus. Aún así… quizá debería interferir por el bien de la biblioteca pública.

Un librero entero salió volando de repente por una ventana.

Pero pensándolo bien, quizá debería dejarlo pasar esta vez.

«Bueno,» dijo Michiru, «Creo que ya no tenemos nada que hacer aquí. Sugiero que nos vayamos. Akira, ¿querrías acompañarnos a tomar un café? Parece que tus planes también han cambiado en el último minuto.»

«De hecho, sí, han cambiado.», respondió. » Será un placer acompañarlos.»

El trío abandonó el área mientras chillidos, gritos y ruidos de paredes rompiéndose salían todavía de la biblioteca. Trunks decidió que de ahora en adelante, si iba en busca de algo, sería a través de Internet.

Fin del capítulo 7.
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Notas del autor:

(*) Shinobi significa Ninja. Por si no lo sabían, los Ninjas eran asesinos famosos durante el periodo EDO del Japón. Estos asesinos enmascarados eran despiadados y sin sentido del honor (a diferencia de los samurais). Por lo tanto, no es difícil de entender por qué Haruka siente tanta desconfianza hacia Son Goku.

Ahora quisiera agradeserles a las siguentes personas que fueron quienes me  mandaron información sobre Sun Wu Kong. A pesar que dicha información a veces  se contradecía con la de otro(a), habría sido imposible escribir la parte en  la cual Rei narra la leyenda del Dios Mono de no ser por ellos.

¡Gracias!

Yap Chin Weng.
Average Joe.
bren4bak.
Carolina Herbstaedt (Traté de mandarte un e-mail para agradecerte, pero siempre
me lo regresaba el servidor, así que quisiera darte las gracias aquí)
Juuhachi18.

Nos vemos en el capítulo 8….


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